_edited.png)
IKIGAI: nuestro propósito en la vida y la razón para levantarse cada mañana
El concepto Japonés "Ikigai" (生き甲斐) se refiere a “la razón de ser” de cada ser humano.
Se utiliza comúnmente en la pequeña isla de Okinawa, donde sus habitantes son los más longevos del mundo. Estos ciudadanos, parecen vivir con uno de los secretos mejor guardados para lograr la felicidad y una larga vida. Al referirse a esta idea los habitantes de Okinawa entienden que cada ser humano tiene un "Ikigai", un motivo para existir o propósito por el cual levantarse cada mañana.
En nuestra cultura, aunque no utilicemos este nombre para nosotros también es vital tener un propósito de vida. Algunos lo han encontrado y son conscientes de su “Ikigai”, otros lo llevan dentro pero todavía no lo han descubierto y otros lo están buscando. Más allá de la cultura a la que pertenecemos, podríamos decir que es intrínseco al ser humano encontrarle un sentido a la vida y hacer lo que nos da felicidad.
Es importante que cada uno descubra su “Ikigai” y pueda vivir con su idea personal de cuál es su propósito y razón para levantarse cada día, su propio motor que lo guía y lo hace continuar. Tener un propósito, da alegría y satisfacción a nuestra vida.
En términos generales, las preguntas que deberíamos hacernos son:
¿Qué es lo que amo hacer? Lo que me gusta hacer continuamente y me motiva sin aburrirme jamás.
¿Qué es lo que soy bueno haciendo? Involucra nuestras habilidades y talentos. Lo que se convierte en una fortaleza ante los demás.
¿Qué es lo que me pueden pagar por hacer? La manera de monetizarnos y participar del mercado laboral.
¿Qué es lo que el mundo necesita? El valor que agregamos a nuestro entorno y nuestra comunidad.
Estas preguntas apuntan a clarificar cual es nuestra pasión, nuestra vocación, misión y nuestra profesión. Significa que podemos encontrar el punto intermedio en donde nuestra profesión sea la que amamos, y nuestra pasión se convierta en nuestra actividad cotidiana con la que ganamos dinero y así logramos completar nuestra misión en esta vida.
El lograr tener las respuestas a estas preguntas nos va a acercar a identificar nuestro "Ikigai". La intersección, o el punto en común que vincula nuestras respuestas es nuestra razón de ser y nuestro propósito para levantarnos cada día. Una vez identificado lograremos tomar decisiones de manera más fiel a lo que realmente deseamos y nos hace bien, haciendo así tareas que están alineadas con nuestras creencias, valores y finalmente con nuestra identidad.
Una historia para compartir…
¿Quién eres?
En un pequeño pueblo japonés una mujer estaba muriendo. De pronto tuvo la sensación de ser llevada al cielo y estar delante de la voz de sus antepasados.
-¿Quién eres? -le dijo una voz.
-Soy la esposa del alcalde -respondió ella-.
-Yo no le pregunté de quién es esposa sino quién es usted.
-Soy la madre de cuatro hijos.
-Yo no pedí que me diga cuántos hijos tiene sino quién es usted.
-Soy una maestra de escuela.
-Yo no le pregunté cuál es su profesión sino quién es usted.
No parecía dar una respuesta satisfactoria a la pregunta hasta que la mujer dijo: -Yo soy quien se despierta cada día para cuidar de mi familia y alimentar las mentes jóvenes de los niños en mi escuela.
Pasó el examen y fue enviada de vuelta a la tierra. A la mañana siguiente se despertó sintiendo un profundo sentido de significado y propósito: había descubierto su ikigai.
